La disfunción eréctil no es infrecuente a medida que los hombres envejecen. Una de las principales causas mencionadas es la edad avanzada. A medida que avanza la edad de un hombre, puede aumentar la probabilidad de sufrir disfunción eréctil. Esto se debe a una combinación de factores, como la reducción del flujo sanguíneo, la disminución de los niveles hormonales y otros problemas médicos asociados a la edad.
La testosterona, la principal hormona sexual masculina, desempeña un papel crucial en la función sexual masculina. Cuando hay una deficiencia o niveles bajos de testosterona, puede afectar significativamente a la capacidad de un hombre para lograr y mantener una erección. Es imprescindible conocer y controlar los niveles de testosterona, especialmente cuando se experimentan síntomas de disfunción eréctil.
El estrés y la ansiedad destacan como factores psicológicos que contribuyen a la disfunción eréctil. Los problemas mentales y emocionales pueden interferir en las señales que el cerebro envía al organismo para que éste genere una erección. Por ello, controlar el estrés y la ansiedad es fundamental para mantener la salud sexual.
Ciertas elecciones de estilo de vida pueden contribuir al desarrollo o agravamiento de la disfunción eréctil. Entre ellas se encuentran el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Ambos hábitos pueden afectar al flujo sanguíneo y a los niveles hormonales, provocando dificultades para lograr o mantener una erección. Además, la falta constante de sueño puede agravar aún más estos problemas, por lo que es esencial un descanso adecuado.
Diversas afecciones médicas pueden influir en la función eréctil.
Como ya se ha mencionado, las anomalías en las arterias o venas del pene, o en ambas, pueden contribuir de forma significativa. La arteriosclerosis, o endurecimiento de las arterias, es una causa frecuente, especialmente en los hombres mayores. Sin embargo, también pueden influir otros trastornos médicos, como los que afectan a la tensión arterial o a los niveles hormonales.
Algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que provoquen disfunción eréctil. Aunque los datos facilitados no enumeran todos los medicamentos específicos, se sabe que algunos fármacos, como determinados antidepresivos o medicamentos para la tensión arterial, pueden causar disfunción eréctil como efecto secundario. Si se experimenta disfunción eréctil después de empezar a tomar un nuevo medicamento, es esencial consultar con un profesional sanitario. Éste podría ajustar la dosis o recomendar tratamientos alternativos.
Además de estas seis causas principales, existen varios tratamientos para tratar la disfunción eréctil. Uno de los tratamientos más populares son los medicamentos orales como Viagra o Cialis. Estos fármacos aumentan el flujo sanguíneo al pene durante la excitación sexual, lo que permite una erección más firme. Sin embargo, la clave para controlar y tratar eficazmente la disfunción eréctil es comprender su causa y buscar el asesoramiento médico adecuado.