La Viagra, conocida en su forma genérica como sildenafilo, se utiliza principalmente para tratar la disfunción eréctil. Sin embargo, su función va más allá, con numerosos estudios que exploran su uso potencial en diferentes afecciones médicas.
Se ha sugerido el uso de Viagra como posible agente profiláctico contra el edema pulmonar de gran altitud (EPAA) debido a su eficacia como vasodilatador pulmonar. Esta idea surgió a partir de los informes de que algunos alpinistas y escaladores utilizaban Viagra para mitigar los efectos del mal de altura, a pesar de que no existían pruebas clínicas claras que respaldaran este uso.
Montañeros de gran altitud y expertos en bioquímica han sugerido que la Viagra podría utilizarse para aliviar los síntomas del mal de altura. Esta observación, reportada originalmente por CNN en 2016, abrió una nueva vía potencial para el uso de Viagra, lo que impulsó nuevas investigaciones en el área.
Un estudio de 2011, dirigido por MGD Bates, destacó el potencial del sildenafilo como agente profiláctico contra el HAPE. La investigación consistió en la realización de un estudio doble de grupos paralelos, que proporcionó información valiosa sobre la eficacia del sildenafilo en escenarios de gran altitud.
Varios estudios han puesto de relieve que el Viagra podría aumentar potencialmente la capacidad máxima de ejercicio a gran altitud. El agente activo de la Viagra, el sildenafilo, se ha asociado con una mejora del rendimiento cardiovascular, especialmente en el contexto de los deportes a gran altitud.
Curiosamente, mientras que el Viagra demostró beneficios potenciales a grandes altitudes, estos efectos no se observaron a nivel del mar. Esta discrepancia indica una interacción única entre el Viagra y los cambios fisiológicos que se producen en el organismo a grandes altitudes.
Tanto Viagra como Cialis, que contienen agentes activos inhibidores de la enzima fosfodiesterasa, aumentan los niveles de óxido nítrico en los vasos sanguíneos de los pulmones. Esto ayuda a que estos vasos sanguíneos se relajen, lo que potencialmente puede reducir la pérdida de líquido en los pulmones, un síntoma común de la HAPE.
Un estudio realizado en el Monte Everest en 2003 exploró los efectos del sildenafilo en el mal de altura.
Aunque el estudio proporcionó información útil, no ofreció pruebas concluyentes de la eficacia del Viagra en la prevención del mal de altura.
Se ha demostrado que tanto Viagra (sildenafilo) como Cialis (tadalafilo) aumentan los niveles de óxido nítrico en los pulmones. Este aumento del nivel de óxido nítrico ayuda a relajar los vasos sanguíneos, mejorando el suministro de oxígeno a los tejidos del cuerpo, lo que puede ser beneficioso en situaciones de gran altitud.
Un estudio concreto demostró que una dosis única de Viagra podía aumentar la capacidad máxima de ejercicio hasta en un 45% a grandes altitudes en ciclistas entrenados. Sin embargo, es importante señalar que este efecto es variable y no se aplica universalmente.
Aunque existen pruebas sugestivas que apuntan a la eficacia del Viagra en la prevención del mal de altura y la mejora del rendimiento en el ejercicio a gran altitud, estos hallazgos aún no son aceptados universalmente. Se necesitan más investigaciones para establecer de forma concluyente el papel del Viagra en estos contextos.
Por último, es esencial consultar con un profesional sanitario antes de iniciar cualquier medicación, incluida la Viagra, para el mal de altura. Otros agentes profilácticos médicos estándar para el mal de altura son la acetazolamida (Diamox) y la dexametasona, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. El tratamiento adecuado debe decidirse siempre en consulta con un profesional sanitario.