La Viagra, un medicamento ampliamente reconocido para el tratamiento de la disfunción eréctil masculina, actúa mejorando el flujo sanguíneo en el organismo. La mejora de la circulación puede provocar una erección en respuesta a la estimulación sexual. La cuestión de si el Viagra funciona de forma similar en las mujeres ha sido objeto de continuos debates e investigaciones.
La disfunción sexual femenina es un problema complejo que puede deberse a diversos factores. El bajo deseo sexual es una forma común de esta disfunción. Puede estar causada por cambios hormonales, factores psicológicos u otros problemas de salud subyacentes.
Aunque el Viagra se ha utilizado de forma no autorizada para tratar el bajo deseo sexual en mujeres, la FDA no ha aprobado oficialmente su uso con este fin. La falta de aprobación se debe principalmente a que no se han estudiado a fondo los efectos de la Viagra en las mujeres.
Para abordar el problema del bajo deseo sexual en las mujeres, la FDA aprobó la flibanserina (Addyi) en 2015. Desarrollada originalmente como antidepresivo, la flibanserina está ahora reconocida como un tratamiento para el trastorno del interés/despertar sexual femenino (FSIAD) en mujeres premenopáusicas.
La flibanserina actúa de forma diferente a la Viagra.
En lugar de influir en el flujo sanguíneo, altera la química cerebral para aumentar el deseo sexual, efecto que se consigue mediante la regulación de neurotransmisores clave implicados en el deseo sexual.
La flibanserina se toma una vez al día antes de acostarse. Los efectos del medicamento pueden esperarse después de aproximadamente tres semanas de ingesta diaria.
Además de la flibanserina, la FDA ha aprobado otro medicamento para el tratamiento del bajo deseo sexual en mujeres premenopáusicas: la bremelanotida (Vyleesi).
A diferencia de la flibanserina, la bremelanotida es un medicamento inyectable. Debe administrarse bajo la piel en el vientre o el muslo al menos 45 minutos antes de la actividad sexual prevista.
Aunque el Viagra no está aprobado por la FDA para su uso en mujeres, a veces se prescribe para tratar el bajo deseo sexual. Se cree que la Viagra podría mejorar el flujo sanguíneo en los órganos reproductores femeninos, lo que podría aumentar la sensibilidad y la excitación. Sin embargo, la FDA no ha aprobado este uso debido a la falta de pruebas bien estudiadas.
En conclusión, aunque no existe una contrapartida femenina directa a la Viagra, existen tratamientos aprobados por la FDA como la flibanserina (Addyi) y la bremelanotida (Vyleesi) diseñados específicamente para tratar el bajo deseo sexual en mujeres premenopáusicas.